Te leo despacio, muy despacio, no quiero perderme ningun indicio en tu texto, quiero adivinarlo todo, saberlo todo. Me gusta imaginarme lo que sientes con cada letra que plasmas mientras creas en tu mente una historia, una idea, un mensaje. Me detengo en cada una de las letras a admirar la tipografia, cada curva trazada delicadamente por tu mano es hermosa. De pronto me detengo a escucharme y descubrir lo que tus palabras han causado en mi mente, en mi cuerpo, en mi sonrisa. Hay parrafos que me cuestan un poco de trabajo entender y algunos otros que disfruto tanto que prefiero leerlos otra vez, con mas cuidado y si es posible mas despacio.  Tus letras, tus palabras, tu historia me han llevado al punto desesperante de querer saber el final, siento una urgencia por devorar las palabras y aunque intento seguir el ritmo lento, poco a poco voy leyendote mas rápido directamente a un final que me parece genial, un final que no es definitivo, un final que me deja cerca de mi estado ideal...pensativo y con una sonrisa en los labios.

EL, ELLA, YO y ESO.

ELLA y YO eran amigos, EL y ELLA un poco más que eso, YO creía que ELLA quería algo más de EL porque cuando estaban en público EL y ELLA se comportaban como amigos y YO creía que eso no le gustaba a ELLA así que YO ideo un plan (absurdo pero YO no alcanzaba a verlo)  para que EL sintiera celos de YO. En un evento al que asistieron los tres, y en el momento justo en el que EL estaba mirando a ELLA, YO se acercó y  la abrazo con una intención diferente, lo único que quería lograr YO era hacerle sentir a EL que podría perder a ELLA en cualquier momento, pero el abrazo  no surtió el efecto deseado, en cambio solo logro revivir un fantasma que había estado merodeando a YO desde hace unos meses. YO solo  había sentido una vez que pertenecía a este mundo y eso había sido en  los brazos de AQUELLA que ahora era un fantasma y ese abrazo se sintió tan parecido a los de AQUELLA.

Unos meses después ELLA y  YO tuvieron un encuentro que los puso un poco más cerca de lo que normalmente estarían y esto en realidad no tendría nada de extraordinario, si no fuera porque YO en algún momento del trayecto, en alguna parte de la conversación, se enfrasco en los labios de ELLA y sintió desde los más profundo de su ser ESO, fue un instante espontaneo y unilateral.

ELLA y EL siguen siendo más que amigos,  ELLA y YO siguen siendo amigos y NADIE sabe nada del efímero ESO.