Fue como siempre debe ser
y como nunca quiero que sea
el momento menos esperado
cuando todo parece calma
Nunca se descubre el arma
ni se presiente el momento
solo se siente la herida
y uno cree que es mortal
siente uno acabarse
vaciarse por las heridas
diluirse por los ojos
perderse entre las sombras
pero es en realidad renacer
rediseñarse, reconstruirse
reencontrarse
en fin volver a ser
y son estas heridas de sol
casi siempre curadas con sal
las que nos han de recordar
lo que nunca debemos dejar de ser
viernes, 2 de abril de 2010
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