De pronto lo entendí.
Ese polvo de luz
que llevas en los ojos
Y esparces por doquier
Ese caminar ligero
que provocan tus alas.
Esas que escondes siempre
como protegiendo tu magia,
negando tu milagro,
provocando nuestra fe.
De pronto lo entendí.
y llegaron los detalles.
El corazón distinto,
el abrazo oportuno,
la mirada puntual,
la sonrisa exacta.
De pronto lo entendí.
y empece a caminar.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)